lunes, febrero 19, 2007

El duende en la cocina

D espués de mirar al duende, las cosas son distintas, están ahí pero no causan presencia en tu pensamiento, te vuelves indiferente a tu entorno; tomas el café sin importar que se haya enfriado, los huevos estrellados son engullidos mecánicamente por tí, tan absorto en los profundos misterios de esos diminutos ojos que descubriste en la ventana,que te observan desde un mundo lejano y antiguo. Después de mirar al duende en la cocina, las cosas estarán ahí, pero ya no van a ser las mismas para tí.

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